sábado, 23 de noviembre de 2013

Comunicación interna en un centro educativo

Para que nuestro centro educativo se adapte a los nuevos tiempos y no vivamos aislados de la realidad, es necesario tener en cuenta que nuestros alumnos, nuestras familias y nuestros profesores y equipo directivo forman parte de un mundo conectado.

Las redes sociales nos pueden aportar en nuestra labor de educadores, padres y estudiantes unos beneficios incuestionables. Pero debemos tener en cuenta unas recomendaciones de uso de las redes sociales en nuestro centro, de manera que se evite cualquier tipo de problema en cuanto al mal uso que se haga de ellas y también para salvaguardar la imagen tanto de alumnos como de profesores.
En primer lugar, no se deben tomar fotos de las personas que estamos normalmente en el Centro de enseñanza. Si necesitamos fotografiar los espacios de nuestro centro (biblioteca, entrada, aula), lo haremos sin que aparezcan explícitas las caras de las personas. Para que aparezcan imágenes claras de algún miembro de la comunidad, hay que pedirle permiso y nunca hacerlo cuando sean menores.
En segundo lugar, todas las tareas que se puedan realizar utilizando las redes sociales deben hacerse con el profesor correspondiente y en su aula. El profesor debe supervisar los trabajos de sus alumnos. Es decir, se puede trabajar en clase haciendo uso de nuestros propios smartphones, pero ciñéndose a la tarea encomendada por el profesor, que, en algunas ocasiones, puede llevar aparejada el uso de alguna red social, como Twitter.
Por lo tanto, no se descarta en absoluto que los alumnos traigan sus teléfonos móviles al centro (ya lo hacen, aunque esté prohibido). Luchar contra esa tendencia se ha demostrado como totalmente ineficaz. Incluso con la medida de requisar el teléfono hasta que lo recoja alguno de sus padres, no se ha podido acabar con esa costumbre, tanto de los alumnos como de los profesores.
Se hace necesaria en este sentido otro tipo de regulación para el uso de dispositivos móviles en el centro.
No es incompatible con la enseñanza y se pueden utilizar para el desarrollo de la clase. Pero, como hemos expuesto antes, pueden surgir problemas de acoso escolar en las redes y esto choca con el uso didáctico de esos dispositivos.
Disponemos también de la pizarra digital en clase donde los profesores podemos ver lo que los alumnos trabajan en las redes y exponer delante de sus compañeros sus investigaciones y aportaciones a la tarea que se esté desarrollando.



Puede ser muy positivo para el trabajo que se desempeña en el centro esta incorporación haciendo siempre hincapié en que el uso que se le dé a las redes debe ser enteramente educativo y con supervisión de los profesores.
Todo lo anterior no tiene ninguna validez, si desde nuestro centro no hacemos una labor de concienciación entre el alumnado, haciéndoles ver que también las redes sociales pueden contribuir a su formación personal.
Quizá esto conlleve un gran trabajo por parte de los tutores de grupo y profesorado en general, añadiendo unos contenidos transversales en este sentido que cambien la manera de aprender y enseñar.
Trae tu propio dispositivo móvil (BYOD) a tu Centro, pero úsalo con madurez y cabeza. Aprende de tus profesores a cómo lo puedes incorporar a la clase.
Este sería un buen lema como punto de partida de un trabajo en equipo de todos los miembros de la comunidad educativa y que, para llevarlo a la práctica, necesita buenas dosis de tiempo, paciencia y cambio de mentalidad educativa.


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